La energía fluye por caminos interiores, rojas y luminosas lineas recorren y encienden el cuerpo convertido en mapa, una radiografía de sensaciones. El cuerpo es también como una sombra que emerge de una trama cuadricular, propia de la construcción de una imagen digital, en las pinturas de Nicolás Machado. La figura humana es libre en el espacio nuboso, forma sobreviviente en sus venas y órganos; a veces los órganos se independizan y se posan sobre presencias (ánimas) en la madera. La sombra es fértil en sus obras. No solo ve surgir de ella cuerpos, también rostros ganados a la penumbra.
Verónica Molas - 2012
texto extraído del catalogo
de la muestra "Orilla" junto a
Valentina Cornaglia y Andrea Toscano
en la Sala de exposiciones de la UBP.
díptico óleo sobre madera 55 x 90 cm. 2012
díptico óleo sobre madera 80 x 50 cm. 2012
óleo y pintura aerosol sobre madera 180 x 130 cm. 2011
óleo y pintura aerosol sobre tela 100 x 180 cm. 2012
óleo y pintura aerosol sobre tela adheria a madera 42 x 178 cm. 2012
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